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Escalada Sostenible recomienda no escalar en el Castell d’Alaró

El pasado agosto representantes de la delegación Balear de Escalada Sostenible (Isidro y Rafa) se reunieron con los propietarios de la finca donde se encuentra el Castell d’Alaró. Aquí os dejamos el resumen el encuentro:

«El 12 de agosto nos reunimos con el propietario de «Es verger» (familia Ordinas) que es la parte más a la izquierda y superior del sector problemático, lo que viene a ser desde el sector chorreras hacía la izquierda, y toda la parte de arriba del Castell d’Alaró. También con el dueño del «agroturismo Penyaflor» (Mateu Gamundí) que es el hombre con quien más se está chocando ahora mismo, el que tiene el terreno justo a la izquierda del sector, y con el propietario de «Son Cladera» que es lo que está a la derecha del sector, y quién sabe si el dueño propiamente de la pared del sector en cuestión (el cual no ha podido venir porque está ingresado, pero ha hecho saber su opinión a los vecinos presentes).

Desde un primer momento han dejado bien claro que no quieren que escalemos en su propiedad, que llevan 30 años peleando por ello (Familia Ordinas), que tienen miedo, entre otras cosas, de que tengamos un accidente y tengan que ser ellos los responsables por no haber puesto barreras que impidan el paso. No quieren que pasemos ni por el lugar actual, el «atajo», ni por arriba pegado a las paredes, ni por la derecha desde abajo, ni haciendo un túnel… que no quieren que escalemos, vamos.

Obviamente, hemos intentado darles varias opciones para llegar a un acuerdo, desde ir por otro sitio, arreglar los marges, ponerle un botador, hasta hacerles ver que podrían sacar beneficio con semejantes paredes, pero no están por dinero, que no es –ni va a ser– su fuente de ingresos, si bien esto último podría haberle interesado al agroturismo, es cierto, que él no tiene la pared en su terreno, por lo cual no podemos seguir por esta vía, ya que el resto no quiere.

También le hemos hecho ver que este sector actualmente experimenta un boom, que al igual que el resto de sectores de cualquier escuela va pasando con el tiempo, y en un tiempo no demasiado largo, volverá a ser un sitio donde de vez en cuando vean a algún escalador, y no una veintena los findes, con furgonetas de empresas y todo (esto le hemos dicho que podía ser solo rotulada, que no tendría porque estar dando cursos, o haciendo excursiones y sacando provecho, sino alguien dándole uso personal). El mismo Mateu nos comentaba que hace años ya coincidió con escaladores e incluso merendaron juntos, pero que lo que hay ahora es insostenible.

Bueno, sólo queda decir que pensamos: que lo que tendríamos que haber hecho es no haber llegado a esta situación, por lo que tenemos que pensar que, si ya cuando escalamos en sitios públicos debemos comportarnos correctamente, al escalar en sitios privados, debemos comportarnos de forma exquisita e irreprochable. Es como si un vecino tiene muchas habitaciones, en todas tiene televisores de plasma y sofás hipercómodos, y nosotros decidimos ir los domingos a una habitación suya a vernos una peli, nosotros llevamos eso sí el DVD y las palomitas. Quizás si pasáramos lo más desapercibidos posibles, podríamos seguir disfrutando de las pelis los domingos, accediendo por donde menos problemas diéramos, sin gritar, sin ensuciar, nos comportáramos correctamente si nos tropezamos con ellos… Quizás y solo quizás, a ellos no les importaría tanto y nos dejarían disfrutar de sus espléndidas habitaciones, que por suerte o por desgracia tienen en propiedad…

Desde ESIB no vamos a prohibir nada, obviamente, tan sólo os informamos de la reunión mantenida esta mañana para que estéis al tanto. Si lo que quieres es disfrutar del día escalando sin malos rollos, creemos que existen muchos otros sitios para ir».