A continuación os detallamos los focos conflictivos y las actuaciones que los delegados de Escalada Sostenible en Mallorca han realizado hasta la fecha:
- PUIG DE GARRAFA
Esta escuela, que en los últimos años ha visto incrementada su afluencia y popularidad, está situada en los contrafuertes del Puig de Garrafa (cercano al municipio de Andratx). Es una larga franja rocosa dividida en varios sectores, con vías deportivas y algunas rutas de varios largos de corte clásico. También es una zona frecuentada por excursionistas.La escuela ha vivido su auge y el mayor número de equipamientos en los últimos años, si bien los inicios de la escalada deportiva aquí se remontan a finales de los ochenta.Normas y regulaciones en la zona:
La escuela se encuentra en su totalidad en propiedad privada, concretamente en la finca Son Fortuny. El pasado enero, tras años de desencuentros entre cazadores, escaladores y el dueño de la finca, se prohibió el paso al sector Solarium y sus vías fueron desequipadas. El camino de aproximación a las paredes se encuentra vallado y con carteles indicativos.Acciones de la Asociación:
Ante la prohibición de la escalada en esta zona, se mantuvo una reunión con el propietario, quien se mostró en contra de levantar esta prohibición. Sin embargo, confiamos en que en un futuro se pueda reabrir este sector, por lo que rogamos a todo el mundo que NO intente acceder al mismo, y así podamos mantener el clima de cordialidad con el propietario. - FRAGUEL ROCK
Situada en Sa Comuna de Bunyola, esta es una de las mejores zonas deportivas de la isla, y un lugar de obligada visita, sobre todo si te mueves con soltura en el séptimo grado.Normas y regulaciones en la zona:
NO está permitido llevar perros, ni siquiera atados
Prohibido equipar vías nuevas. Para reequipamientos hay que hablar primero con la Federación Balear de Montaña y Escalada
Está en vigor un bando municipal, publicado en diciembre de 2012 (puedes verlo pinchando aquí) que obliga a pagar una tasa para poder realizar actividades deportivas en la zona, como escalar. En concreto, el coste por escalar es de 10€ por persona, y 6€ por ir en coche.Acciones de la Asociación: recogida de firmas y reunión esperanzadora:
Consideramos inadmisible el establecimiento de una tasa para escalar. La Asociación, entre otras acciones, ha llevado a cabo una recogida de firmas en change.org para protestar por esta medida. También se han mantenido contactos con el conseller de Turismo y Deportes balear, D. Jaime Martínez. A raíz de todo esto, se ha conseguido al menos que el alcalde de Bunyola escuche al colectivo escalador.La Federación Balear de Montaña y Escalada ha elaborado un borrador de propuestas que ya ha sido entregado al Ayuntamiento de Bunyola (el momento de la entrega lo podéis ver en la foto que encabeza este texto), desde donde han garantizado que se llegará a un acuerdo entre consistorio y escaladores. El pasado 11 de marzo, representantes de la delegación balear de ES mantuvieron una reunión con el conseller de Turismo para realizar la entrega de firmas recogidas (en torno a 5.000) y abordar la problemática del colectivo escalador. En la reunión se trató la importante repercusión que ha tenido nuestra iniciativa como noticia en los medios nacionales e internacionales especializados, y que ha servido como mecanismo para desbloquear una negociación que llevaba dos años en la vía muerta.
La Asociación propone una solución alternativa para la Comuna de Bunyola que no suponga el cobro de una tasa directa sobre la práctica de escalada. Abogamos por implantar un modelo de regulación en el que se cobre el acceso en coche, dando derecho a un aparcamiento y al uso de unos baños, es decir, cobrar por el permiso de acampar en una zona habilitada, pero permitiendo el libre acceso caminando y la escalada.
Por parte de Jaime Martínez Llabrés, máximo responsable de la Consellería Balear de Turismo i Deportes, obtenemos una garantía de colaboración con la Asociación Escalada Sostenible en la medida de lo posible, ajustándose a la legislación. El conseller nos abre las puertas y nos ofrece una vía de comunicación directa que garantice la sostenibilidad de la práctica de la escalada en las Islas Baleares.
El futuro que se abre es, por tanto, esperanzador.